Amor y Guerra
Un soldado en un ejército pagano no tendría remordimientos por tomar, violar y deshacerse de una mujer cautiva. No es así en el ejército de Y’hováh.
Una máxima (proverbio) popular dice: “En el amor y la guerra todo es válido“. La implicación es que las reglas de conducta apropiada pueden suspenderse cuando se lucha en el campo de batalla y cuando se juega en el campo del romance. La Torah no está de acuerdo.
Cuando vayas a la guerra contra tus enemigos, y Adonai tu Di-s los entregue en tus manos y te lleves sus cautivos, si ves entre ellos una mujer hermosa, te prendas de ella y quieres tomarla por mujer,
(Deuteronomio 21: 10-11)
En la Guerra y en el Amor no todo es válido
Según lo establecido por la Torah, no todo es válido en el amor o la guerra. La porción de la Torah de la semana pasada establece ciertas leyes de conducta para la guerra. La porción de la Torah de esta semana presenta la perspectiva del romance en el campo de batalla.
En la Torah se reconoce que los soldados de un ejército conquistador probablemente sean tentados a tomar mujeres cautivas, pero prohíbe actuar por el impulso. En cambio, la Torah exige que a una mujer cautiva se le conceda dignidad y honor.
Se le permitirá llorar a sus padres. Ella debe recibir el honor del matrimonio, no debe ser tomada a la fuerza; se casará y se le dará el estatus de esposa. Ella no puede ser tratada como esclava ni puede ser vendida.
Antes de tomarla como mujer.
Antes de que el soldado conquistador pueda consumar su deseo y casarse con la mujer, tiene que permitirle que llore la pérdida de su familia durante un mes completo. Durante este período de tiempo, debe afeitarse el pelo de la cabeza y (de acuerdo con la lectura del hebreo de Rashi) dejar que crezcan sus uñas.
Afeitarse la cabeza y dejar que las uñas crezcan durante mucho tiempo aparentemente son rituales de luto de la época. Sin embargo, Rashi sugiere otra razón para su aspecto sin pelo y descuidado. Él declara que las leyes de la Torah están tratando de disuadir al hombre de que se case con la mujer cautiva haciéndola parecer repulsiva para él.
El mes de luto es como un período de espera de treinta días durante el cual el hombre tiene tiempo para reconsiderar sus intenciones. ¿Realmente quiere el casarse con la mujer calva que llora con las uñas largas? Si al final de los treinta días el hombre ha decidido que no está satisfecho con ella y no quiere casarse con la mujer después de todo, debe dejarla en libertad.
Sabiduría de la Torah
La sabiduría de la Torah en este asunto nos enseña varios principios que se aplican a cada relación romántica. Una persona nunca debe precipitarse al matrimonio. El amor a primera vista no es amor verdadero. Antes de comprometerse con el matrimonio, una persona necesita tomarse el tiempo para ver más allá del encanto sexual de la otra persona y la niebla de la lujuria.
“El encanto es engañoso, y la belleza es efímera, pero una mujer que teme a Y’hováh debe ser alabada” .
(Proverbios 31:30)
Estas leyes nos enseñan a frenar nuestros deseos naturales y recordar que la persona a la que nos sentimos tan atraídos es, después de todo, otro ser humano, no un objeto sexual. Además de esto, las leyes con relación a la mujer capturada enseñan que el sexo antes del matrimonio nunca es permitido. Incluso el soldado en el campo de batalla tenía que retrasar la gratificación treinta días y esperar hasta que se firmara el documento de la boda.
Shabat Shalom